Viva eso de la ecología!

     El término ecología fue creado por Ernst Haeckel, naturalista y filósofo, pero también uno de los más asombrosos ilustradores de las criaturas de este planeta. La ecología, rama de la biología, estudia las relaciones entre los organismos y su entorno. Ni más ni menos. Así que es tan ecológico que una tortuga engulla, una buena mañana, dos docenas de flores como que un petrolero (el hombre es un animal, recordadlo siempre) vierta miles de litros al mar y extermine o enferme incontables vidas por doquier.

     Pero mira, a nadie se le ocurrió inventarse otra palabra mejor, y se ha extendido el uso para referirse a la cualidad de algo que cuida o no daña del medio ambiente. Ay, si Ernesto Enrique Felipe Augusto (Haeckel) levantara la cabeza y viera lo que han hecho con su palabrita…
     Y continuando con más perversiones del lenguaje…
     - Oye… y para el algodón en cuya producción no se usan químicos venenosos ¿qué palabra usamos?
     - Venga, pues vamos a llamarle orgánico, que queda muy resultón.
     Pues eso: responsable… reciclable, sostenible, ecofriendly, bioguay, supergreen…
     No nos hace mucha gracia usar estos vocablos tan inapropiados y manoseados. Y más cuando el planeta tiene un rumbo bastante incierto y todas esas catalogaciones y certificados solo parecen maquillar esta mentira que han construido en torno al dios Dólar.
     Ecología y economía van unidas de la mano. Y tal vez debería crearse un término que reuniera a las dos, pues no se entiende la una sin la otra.
     Cuando el hombre se siente vinculado a la naturaleza, cuando sabe que es parte inherente a ella, reconoce el daño que se está haciendo a sí mismo y, por extensión, trata de respetar cada vida al máximo, todo lo que puede. Desde el que tienes a tu lado, que te da su compañía y te alumbra con su presencia, al árbol bajo el que besas, que te regala sombra y oxígeno, pasando por el gato de tu vecino, que vigila tus movimientos, o el imponente abejorro carpintero, que te advertirá si te acercas mucho a su puesta. Todos comparten tu mundo y en ellos tienes un lugar único en el que encontrarte.
     Ah, y solo se puede empezar respetándose, queriéndose y mimándose primero a uno mismo. Si no, ya no empezamos bien.

T O D O   D E   A L G O D Ó N

     Nuestras camisetas están hechas pensando en eso, en la única razón por la que pueden llegar a funcionar las cosas en este planeta. Usamos camisetas de algodón orgánico de la mejor calidad y las imprimimos manualmente, una por una, con tintas inocuas para la salud, con la mejor técnica posible, a años luz de todas las demás; la serigrafía.
     En Tramax hemos trabajado con muchas marcas de camisetas, probado y comprobado las diferentes calidades, las características del tejido así como su imprimilibi… espera a ver si me sale… im… imprimibilidad. Y, para que cubran vuestros torsos, escogemos las mejores.
     Preferimos siempre que sean de algodón orgánico y, por descontado, que no contengan nada dañino para vuestro cuerpecito serrano (Oeko-Tex).
     Para este material, los dos certificados más reconocidos que existen son: OCS (Organic Content Standard), producto que puede contener de un 5 a un 95% de materia orgánica, y GOTS (Global Organic Textile Standard), el estándar de procesamiento textil líder a nivel mundial para fibras orgánicas, incluidos criterios ecológicos y sociales, respaldados por una certificación independiente de toda la cadena de suministro textil. Aseguran con rigor la condición orgánica de la materia prima (el 100%) y una producción responsable con el medio ambiente y las personas.

C A M I S E T A S   Y . . .    C A M I S E T A S

     Nos gusta mucho la marca Stanley/Stella, que fabrica todas sus prendas con algodón orgánico (o materiales reciclados para las mezclas) con certificado GOTS, y de una ética profesional admirable. Llevan años esforzándose en hacer las cosas bien, tratando bien a sus empleados y cuidando la procedencia de los materiales. No tienen niños cortando telas con tijeras oxidadas, los tintes no proceden de masacrar simpáticos artrópodos y no encadenan burritos blancos a norias en los húmedos subterráneos de un polígono a las afueras de Wuhan.
     Las camisetas de Stanley/Stella tienen el sello PETA Approved Vegan, certificado otorgado por la organización en defensa de los derechos de los animales PETA (People for the Ethical Treatment of Animals) a aquellos productos no alimentarios que no han utilizado o dañado a ningún animal de forma directa o indirecta en su procesado, fabricación o manipulación.
     Su mayor gran valor es que poseen el estándar otorgado por la Fair Wear Foundation que se basa en garantizar que se han respetado las ocho normas laborales principales (aplicadas en toda la cadena de producción) derivadas de los convenios de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos. Esto significa que el Código de Prácticas Laborales de Fair Wear Foundation se basa en normas internacionalmente reconocidas establecidas mediante negociaciones a tres partes.
     - Empleo libre
     - No discriminación
     - No al empleo infantil
     - Derecho de asociación y negociación colectiva
     - Derecho a un salario digno
     - Derecho a la jornada laboral digna
     - Derecho a la seguridad y a la salubridad en las condiciones laborales
     - Derecho a una relación contractual laboral
     Las prendas que vistas, que lleven este logotipo, han sido producidas en pleno respeto de esos derechos.
     Tienes más información sobre los certificados en estos enlaces:
Oeko-Tex Standard 100 · oeko-tex.com/en/our-standards/standard-100-by-oeko-tex
GOTS (Global Organic Textile Standard) · global-standard.org/
OCS (Organic Content Standard) · textileexchange.org/standards/organic-content-standard/
Fair Wear Foundation · www.fairwear.org/
PETA Approved Vegan · peta.org/living/personal-care-fashion/peta-approved-vegan-logo/